Ayer nos fuimos a Roma a una mani por el reconocimiento de la lengua de signos italiana, la LIS.
La ENS ha propuesto una ley para reducir barreras de comunicación, reconocer la LIS como lengua y para la inclusión de las personas sordas y sordo ciegas. (Aunque la propuesta tiene un poco de trampa para los ILS).
Finalmente, entre seis ysiete mil personas en Roma dándolo todo, venidas de todas las partes de Italia.
Y la verdad es que estuvo genial, ya no sólo porque nos lo pasamos muy bien, que también, sino porque podías ver el mismo "obiettivo" en personas totalmente distintas. Igual te encontrabas a un pequeñajo con una camiseta XXL, que a una superalternativa de la muerte, que a un anciano de chaqueta, signando lo mismo: "lengua de signos, lengua de signos, no me cansaré nunca de ella, no me la robarán, lengua de signos, de valor, lengua de signos, mi lengua".
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