Querido diario napolitano:
El martes pasado decidí aprovechar el fin de exámenes para hacer un pequeño viaje por la Basilicata.
Lo que, en teoría, iba a ser un viaje tranquilo y sola conmigo misma, se ha convertido en un viaje con miles de anécdotas y en compañía de gente maravillosa.
Resumen máximo modo on.
Martes.
Bus destino Matera. Tres horas y media de viaje que merecen la pena porque, mirad:
Matera. También conocido como Moratalla ajajaja.
Matera... Matera es andar por sus calles y encontrarte estas cosas,
Matera es saber que estás paseando por las mismas calles que hace miles de años.
Matera es un museo gigante.
Matera es magia.
No eliminéis la historia.
Matera se viste de gala cuando llega la noche.
El CouchSurfer que me acogió la primera noche.
El libro es Las venas abiertas de América Latina, de Galeano.
Salvador y Ernesto
Miércoles.
Pues eso que vas caminando por la calle y te encuentras que están grabando la peli Ben Hur, cuyo prota es Morgan Freeman (pero no lo vi, cachisss).
Como digo, al final pasaba poco tiempo sola. Por el camino conoces a gente más maja que las pesetas, que te acompañan hasta que te encuentras que con el CouchSurfer.
Lore y Jacopo. Jacopo era el CSfer que me hospedaba, pero tuve la suerte de conocer a su chica, con la que entablé muy buena amistad.
¡Los demonios más angelicos que he conocido!
Jueves.
Para el jueves había hablado con un colega francés, que conocí en un tandem (de esto que vas a un bar y las mesas se dividen por idiomas), y habíamos quedado en vernos en Potenza, en casa de una amiga suya. Pero no tenía Internet y no podía responderme... Mientras esperaba, me fui a desayunar con Lore y Jacopo.
Superbuena gente... Intenté hacer la trece catorce y pagar yo primero, para agradecerles la cena de la noche anterior, pero Jacopo ya se había adelantado...
El franchute seguía sin responderme y yo pensé: "Paso de ir a Potenza, que tos' me dicen que no hay nada, pa que luego el franchu éste no haya ido". Así que, decido volver a Nápoles.
Cuando estaba buscando los buses y estaba ya reservando asiento, me dice la novia del CSfer: "Ey, si quieres puedes venirte a mi pueblo, nos tomamos unas 'fantas' por allí, y te vas mañana a Nápoles". A lo que yo respondí...
SÍ. En el pueblo Montescaglioso.
Después fuimos a darnos una vueltecica y acabamos en una asociación donde los abuelicos nos contaron la segunda guerra mundial.
Ahí descubrí mi gran capacidad para entender MÁS O MENOS de qué va el tema, cuando hablan en dialecto cerrao, cerrao, cerrao.
Con la familia de Lore
Me invitaron a cenar... No paré de comer, porque en el momento en que me giraba a hablar con Lore o la hermana, ya estaban el padre o la madre metiéndome otro trozo de carne (de caballo, mu rica) o de berenjenas a la no sé qué en el plato... Mira, mira... Salí con tres quilos más ¡por lo menos!
Me sentí como en casa... Me faltó un "¿Quieres un huevico frito?" jajaja
Viernes.
Al final el franchute me contactó el día anterior y el viernes fui a Potenza. Una ciudad que dicen que no tiene nada, pero que a mí me ha encantado porque es una ciudad de verdad, donde la gente vive y hace su vida sin pensar en el turismo.
El famoso franchute.
Sábado.
Este día me pasó una cosa que define el viaje.
El franchute y yo salimos por la mañana, tranquilamente, después de desayunar... Teníamos pensado ver el pueblo de Brienza, pero el bus de vuelta era a las tres, así que no aprovecharíamos el día.
Total, que decidimos ir andando hacia una de las pequeñas montañas que se veían desde la ciudad.
Bajamos y llegamos a este sitio:
Si no os imagináis qué pasó después, os dejo esta foto y así no tenéis que pensar mucho:
Efectivamente, aquí la menda lerenda dijo que se podría cruzar, el franchute dijo que no y yo fui a demostrárselo. Dos pasos, un grito y CATAPUM, al agua. Menos mal que no fue a mitad del río.
El franchu, visto la situación, propuso comer, y así los pantalones se secaban lo suficiente como para poder volver a casa. Justo en ese momento, cual película de Hollywood, empieza a llover.
Yo no podía parar de reírme. La situación era la más surrealista que había vivido. Me pongo los pantalones, calcetines y botas, totalmente calados y empezamos a andar. A los dos pasos me doy cuenta de que si sigo así, con esa lluvia, y la ropa calá, iba a coger una pulmonía de tres pares de narices. Así que, le echo más cara que espalda y tocamos al timbre de una casa:
-Muy buenas, mi amiga se ha "resbalado" y queríamos saber si sería tan amable de dejarle un secador cinco minutos para secarse la ropa.
-Esto me parece muy raro, echaos para atrás que os vea através de la ventana... (...) No, lo siento pero no puedo ayudaros.
El franchute flipando y yo sin parar de reír. Así que, vamos a la casa de enfrente. Tocamos el timbre y baja un hombre. No hizo falta explicar mucho, me vio toda empapada y nos dijo: "¡Entrad, entrad!" Me acompañó al baño, me dejó el secador y dos toallas. Después de cinco minutos intentando secar los pantalones, me doy cuenta de que es imposible... Salgo con la toalla puesta como una falda y le digo:
-Disculpe, ¿puedo comprarle la toalla? Es que es imposible secar los pantalones.
-¡Qué comprar! ¡Para ti, te la regalo! ¿Qué te hace falta? Mira, tengo unos pantalones que no me vienen y te los puedo regalar, te puedo dejar una sudadera, un cortavientos y las botas de mi hermana, pero me las tienes que devolver mañana.
[Mi cara mientras tanto era de... ¿Hola? ¿Esto de verdad está sucediendo?]
Por supuesto le agradezco una y otra vez. Le digo que no hace falta, pero insiste.
Cuando salgo toda vestida con su ropa, me viene el franchute (comiendo un trozo de pizza que le había dado este hombre) y me dice: "Oye, que le estaba contando que pensábamos ir a algún pueblo y me ha dicho que si queremos, nos lleva él".
Con Massimiliano en Satriano.
Me obligó a que me quedara los pantalones.
Y yo superencantada porque me encantan!!!
Satriano di Lucania es uno de los pueblos más chulos que jamás he visto. Está lleno de murales, llamados también murales en italiano, cada uno con su historia. Además hay una historia que cubre a este pequeño pueblo, aparte de las historias individuales de cada mural.
En uno de los murales de ese pueblecito empieza la leyenda supertétrica del "Moccio" (como el mocho de fregar), en cada pared vas siguiendo la historia.
Por lo que pude entender, la leyenda cuenta la historia del "Moccio". Todo empezó cuando una pareja, que no podía tener hijos, decide crear uno con sangre y harina. De ahí nació este "Moccio". No siendo un niño corriente, se dedica a hacer travesuras de mal gusto y los padres deciden recluirlo en una habitación. Posteriormente, deciden que lo mejor es desprenderse de él, pero siempre acababa volviendo. Así que, los padres deciden matarlo, una y otra vez, pero siempre acaba volviendo...
Travesuras del "Moccio".
Luego fuimos a otro pueblo, pero que no merece tanto la pena como éste. De verdad que es una lástima que sitios tan mágicos y espectaculares como éstos no se conozcan.
Satriano di Lucania, recordadlo. Si podéis pasar y visitarlo, hacedlo, porque no os vais a arrepentir. (Juro que no me han contratado, ¡lo juro! jajaja).
Domingo.
Como con Massimiliano hicimos mu buenas migas, y yo tenía que devolverle la ropa prestada, nos propuso ir a unas ruinas y pasar el día juntos, con un amigo suyo.
Bueno, bueno... Las bromitas en relación a los ríos eran pocas...
¡Pero yo era la primera que las hacía! jajajaja
Campomagliore vecchio
Y bueno, una de las consecuencias del baño en el río fue que me hice daño en la muñeca.
(Sí, papá, fue porque me caí al río, se me olvidó comentar ese pequeño detalle cuando te preguntaba qué hacía con la inflamación ajajaja)
A la noche me cogí un Blablacar hacia Nápoles. El tipo era un hombre muy simpático que me mintió sobre su profesión... Me dijo que trabajaba haciendo seguros, a la hora, después de haber hablado de miles de cosas, de haberle contado el porqué de mis pintas (meto foto)...
...después de haberle explicado lo maravilloso que es viajar sola, conocer a gente... Me dice que es policía y que no se fía de nadie, que admira lo que hago, pero que lleve cuidado. Me comentó algunas cosillas de la mafia, me desmintió lo de los fuegos artificiales (eso de que cuando llega la droga al puerto, meten los fuegos), pero me dijo que sí festejan la salida de un boss con fuegos artificiales.
La verdad es que esta semana viajando me ha hecho darme cuenta de que el mundo es maravilloso, está lleno de gente buena como mis CSfers, como el franchute, como sus amigas, y, sobre todo, como Massimiliano, que sin conocerme de nada, me ofreció todo lo que tenía (y sólo nos dejó ofrecerle algo de fruta y cinco euros para gasolina).
Pero creo que la vida me puso a este policía en el camino pa decir: sigue haciendo lo que haces, pero con cuidao.
Aunque, como le dije al poli:
Prefiero estar loca, tener cuidado y confiar en la gente, porque de diez cosas que me sucedan, sólo una será mala y nueve espectaculares.
A no fiarme de nadie, que nunca me pasen cosas malas, pero tampoco maravillosas.
...Y tú, ¿eres loca o poli?
