La verdadera amistad no entiende de kilómetros.
Y fue así cómo uno de mis mejores amigos Erasmus, que estudia en Zaragoza, vino a ver a los murcianicos hace poco.
Para no perder las buenas costumbres, visita al Casino de Murcia. Un edificio emblemático con mil estilos característicos de ésta nuestra gran Región.
Y para continuar con las costumbres un "Sorbillo" murciano. Mano a Mano es el restaurante que (dentro de lo que cabe) más se parece en la elaboración de pizzas napolitanas.
Y nosotros comiéndonos una de pocholate.
Y ya, lo más bonito de Murcia (aparte de nosotros). Vistas desde la torre de la catedral de Murcia, la segunda torre más alta de España.
Como veis, Erasmus never ends. No acaba con el año académico. No hay una "etapa Erasmus".
La persona Erasmus está condenada a ser Erasmus toda su vida. No vuelves igual que cuando saliste de casa.
La manera de pensar, de actuar, incluso la de viajar, ha cambiado. Ahora, simplemente somos Erasmus que no están de Erasmus.
Erasmus è mille culure.
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